Cómo aprovechar los planes de retiro subsidiados por la empresa

12 de diciembre de 2019Lectura de X min.

Los planes de retiro elegibles subsidiados por el empleador como los 401(k) son algunas de las herramientas de ahorro para el retiro más sólidas disponibles. Si su empleador ofrece un plan de estos y no está participando, debería. Una vez que participe en un plan, trate de aprovecharlo al máximo.

Comprenda su plan subsidiado por su empleador

Antes de poder aprovechar el plan de su empleador tiene que comprender cómo funcionan estos planes. Lea todo lo que pueda sobre el plan y hable con el encargado de beneficios de su empleador. También puede hablar con un planificador financiero, un asesor fiscal o algún otro profesional. Reconozca las características clave que comparten muchos planes subsidiados por empleadores:

  • Su empleador deduce automáticamente sus contribuciones de su sueldo. Quizás hasta nunca se dé cuenta de que le falta ese dinero: ojos que no ven, corazón que no siente.
  • Usted decide que parte de su salario aportar, hasta el límite legal. Y en general puede cambiar el monto de la contribución en ciertas fechas durante el año.
  • Con los planes 401(k), 403(b), 457(b), SARSEP y SIMPLE, contribuye al plan antes de impuestos. Sus contribuciones se hacen primero antes de que su empleador retenga los impuestos a las ganancias.
  • Es posible que su plan 401(k), 403(b) o 457(b) le permita hacer contribuciones Roth después de impuestos; no hay un beneficio fiscal de antemano pero las distribuciones elegibles son totalmente libres de impuestos.
  • Es posible que su empleador iguale la totalidad o parte de su contribución hasta cierto nivel. En general este dinero de su empleador se le concede después de varios años de servicio con la compañía.
  • Sus fondos se acumulan con impuestos diferidos en el plan. No paga impuestos sobre las ganancias de inversión hasta que retire su dinero del plan.
  • Si retira su dinero del plan tendrá que pagar impuestos a las ganancias y probablemente una sanción por retiro anticipado.
  • Quizás pueda pedir una parte prestada de su saldo concedido (hasta $50,000) a una tasa de interés razonable.
  • Sus acreedores no pueden acceder a los fondos de su plan para cobrar sus deudas.

Aporte tanto como pueda

Mientras más dinero pueda ahorrar para su retiro, mejores serán sus probabilidades de retirarse cómodamente. Si puede, aporte lo máximo que pueda hasta el límite legal. Si necesita liberar dinero para hacerlo, trate de recortar ciertos gastos.

¿Por qué aportar al plan de su empleador en vez de ahorrar con otros métodos? Un motivo es que sus contribuciones antes de impuestos al plan de su empleador reducen su ingreso gravable para el año. Esto significa que ahorra dinero en impuestos cuando aporta al plan; una gran ventaja si está dentro de un nivel tributario alto. Por ejemplo, si gana $100,000 al año y aporta $10,000 a un plan 401(k), pagará impuestos a las ganancias sobre $90,000 en vez de $100,000. Las contribuciones Roth no bajan su ingreso gravable actual pero las distribuciones elegibles de sus contribuciones y ganancias -es decir, distribuciones hechas después de haber cumplido con el período de retención de cinco años y cumplir los 59 y ½ de edad, quedar incapacitado o morir- no pagan impuestos.

Otro motivo es el crecimiento con impuestos diferidos. Sus ganancias de inversión aumentan año tras año y no se les aplican impuestos siempre que permanezcan dentro del plan. A largo plazo esto le da la oportunidad de acumular una gran suma en el plan de su empleador. Debería terminar con un saldo muy superior al de alguien que invierte la misma cantidad en inversiones gravables con la misma tasa de rendimiento.

Por ejemplo, participa en el plan con impuestos diferidos de su empleador (cuenta A). También tiene una cuenta de inversión gravable (cuenta B). Cada cuenta gana 8 por ciento al año. Está dentro del nivel tributario del 28 por ciento y contribuye $10,000 a cada cuenta al final de cada año. Paga los impuestos a las ganancias anuales sobre las ganancias de la cuenta B usando fondos de la misma cuenta. Después de 30 años, la cuenta A tiene $1,132,832 mientras que la cuenta B solo tiene $757,970. Es una diferencia de más de $370,000. (Nota: este ejemplo tiene únicamente fines ilustrativos y no representa una inversión específica).

Consiga la máxima contribución de su empleador

Si no puede aportar el máximo a su plan 401(k) debería al menos intentar aportar hasta el límite que su empleador igualará. Las contribuciones de su empleador son básicamente dinero gratis una vez que se le concede (consulte a su empleador para saber cuándo se le concede el dinero). Al conseguir el beneficio máximo de la contribución de su empleador se sorprenderá de lo rápido que crecerá su saldo. Si no aprovecha la generosidad de su empleador podría estar dejando pasar una gran rentabilidad.

Por ejemplo, gana $30,000 al año y trabaja para un empleador que tiene un plan 401(k) con la opción de contribuciones equivalentes. La contribución de su empleador es de 50 centavos de dólar hasta el 6 por ciento de su salario. Cada año, usted contribuye un 6 por ciento de su salario ($1,800) al plan y recibe una contribución equivalente de $900 de su empleador.

Analice sus opciones de inversión detenidamente

La mayoría de los planes subsidiados por la empresa le ofrecen una variedad de fondos mutuos u otras inversiones para elegir. Elija con cuidado. La combinación justa de inversión para el plan de su empleador podría ser una de sus claves para vivir cómodamente durante su retiro. Esto es porque a la larga las tasas de rendimiento variables pueden marcar una gran diferencia en su saldo.

Estudie las inversiones que tiene a su disposición. ¿Cuál es su rendimiento a largo plazo? ¿Cómo se han mantenido cuando el mercado está en baja? ¿A cuánto riesgo se expondrá? ¿Cuáles son las mejores para objetivos de largo plazo como el retiro? Una buena idea es consultar a un profesional financiero (ya sea por su cuenta o a uno recomendado por su plan). Esta persona podrá ayudarle a elegir las inversiones adecuadas según sus objetivos personales, su actitud hacia los riesgos, cuánto tiempo le queda para retirarse y otros factores. Un profesional financiero también puede ayudarle a coordinar las inversiones a su plan con su portafolio de inversiones general.

Por último, quizás pueda cambiar lo que asigna a cada inversión o mover dinero entre las inversiones del plan en fechas específicas durante el año (por ejemplo, al principio de cada mes o cada trimestre).

Conozca cuáles son sus opciones antes de dejar de trabajar para su empleador

Cuando deja un trabajo, su saldo concedido en el plan de retiro de su empleador es suyo. En ese momento tiene varias opciones, como:

  • Llevarse una distribución en un solo pago. Esto en general es una mala idea porque tendrá que pagar impuestos a las ganancias y posiblemente una sanción sobre el monto que retire. Además tiene que renunciar al crecimiento continuo con impuestos diferidos.
  • Dejar sus fondos en el plan para que se siga acumulando con impuestos diferidos (puede que su plan viejo no permita esta opción si tiene un saldo de menos de $5,000 o si llegó a la edad de retiro normal del plan, en general 65 años de edad). Esta podría ser una buena idea si está contento con las inversiones del plan o si necesita tiempo para decidir qué hacer con su dinero.
  • Traspasar sus fondos a una cuenta IRA o al plan de su nuevo empleador si es que el plan acepta traspasos. En general esta es una decisión inteligente porque no tendrá que pagar impuestos a las ganancias ni sanciones si hace el traspaso adecuadamente (su plan viejo retendrá el 20 por ciento por impuestos a las ganancias si recibe los fondos antes de traspasarlos). Además, los fondos se seguirán acumulando con impuestos diferidos en la cuenta IRA o el plan nuevo.
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